sábado, 5 de diciembre de 2009

Violencia de género

La violencia contra las mujeres está vinculada al desequilibrio en las relaciones de poder entre los sexos en los ámbitos social, económico, religioso y político, pese a todos los esfuerzos de las legislaciones en favor de la igualdad. Constituye un atentado contra el derecho a la vida, a la seguridad, a la libertad, a la dignidad y a la integridad física y psíquica de la víctima y todo ello supone, por lo tanto, un obstáculo para el desarrollo de una sociedad democrática. La violencia que padecen las mujeres comprende cuatro modalidades, que van desde la agresión física -con resultado de muerte en multitud de ocasiones-, la violencia sexual, la psicológica y la económica.
Los datos estadísticos revelan que entre un 35% y un 40% de mujeres que viven emparejadas sufren malos tratos físicos o psíquicos por parte del hombre, lo que permite afirmar que miles de mujeres están bajo amenaza de muerte.
En 1997, en nuestro país, solamente por agresiones físicas se han practicado 18.872 denuncias, lo que significa apenas un 5% de la violencia real, toda vez que la mayoría de los abusos no se denuncian a la policía, principalmente porque no existen instrumentos jurídicos, sociales y económicos adecuados que protejan a las víctimas, lo que hace que la violencia contra las mujeres siga siendo en gran parte un delito invisible. 75 mujeres, según datos del Ministerio del Interior, han muerto a manos de sus maridos o compañeros, 3 de las cuales fueron inmoladas por el fuego; 350 mujeres sufrieron lesiones de consideración, que van desde el apuñalamiento, fractura de huesos (rotura del tabique de la nariz, rotura de miembros); otras lesiones de consideración son la pérdida de audición por rotura del tímpano y la perdida de visión parcial o total de uno de los ojos; en un porcentaje, no cuantificado hasta el momento, habían sufrido violación. Y todo ello con el agravante de que la mayoría de los ataques por el agresor, letales o no, se efectuaron en presencia de sus hijos, creando a menudo un ciclo de violencia que se perpetúa de generación en generación.
Ante los trágicos acontecimientos que están saliendo a la luz, surgen las siguientes preguntas ¿Por qué esta oleada de asesinatos a mujeres? ¿Qué está pasando? ¿No será que la difusión de casos como el de Ana Orantes, quemada viva en Granada, provoca que se produzcan más agresiones?
La perplejidad de la sociedad ante tanta violencia no deja de sorprendernos, cuando las agresiones familiares no son un fenómeno producto de la sociedad actual, sino una tragedia que ha estado siempre presente en muchas familias; la mayoría de las personas conocen algún caso de malos tratos, en el entorno familiar o vecinal, pero se han silenciado bajo el pretexto de que la violencia doméstica es un asunto privado.
Con esta actitud, nuestra sociedad está siendo cómplice de esas muertes, que no podemos por menos que calificar de auténtico terrorismo doméstico. Tampoco debemos olvidar que la mortalidad de mujeres por esta causa, supone diez veces más que el número de víctimas que se cobra el terrorismo político y la sociedad no ha reaccionado. ¿Es que la vida tiene diferente valor, según se trate de una mujer o de un político?
Y queremos decir BASTA YA a tanta violencia, a la pasividad de los gobiernos que no aplican una política adecuada que prevenga y persiga esta violencia, a la ligereza con que jueces y fiscales aplican leyes que permiten al agresor acercarse a su víctima, cuando no se les condena a vivir bajo el mismo techo (el 98% de las víctimas muertas había denunciado y estaba separada o en trámites de separación del agresor).
Reclamamos al Gobierno medidas de carácter urgente y permanente, y no meras declaraciones de intenciones, producto de la precipitación, insuficientes y carentes del contenido necesario para llevar a cabo un verdadero plan de choque, elaboradas sin contar con las Organizaciones de mujeres y sectores sociales afectados, algo impensable cuando se tratan otras materias.

Opinión personal:

Yo estoy de acuerdo con este articulo.La violencia de género no está penada como se debería.Yo creo que a los maltratadores había que tratarlos psicologicamente y no dejarlos salir nunca del centro psiquiátrico por que la gente que hace eso, está enferma y lo seguirá haciendo. No sirve de nada el orden de alejamiento por que como ocurre en muchos casos,vuelven a la mujer maltratada y termina con su vida.
Mi opinión es que el gobierno no hace lo suficiente, así habría menos muertes.


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